Uno de los aspectos que más cuidan las hermandades de Sevilla, además de la cerería o de los ciriales, a la hora de salir en procesión por las calles durante la Semana Santa es el manto que llevan sus correspondientes Vírgenes.
Y es que aquel no sólo se encarga de ornamentar a la imagen sino que además viene a ser una expresión de la devoción y del amor que los ciudadanos le profesan, ya que en algunos casos es fruto de donaciones de particulares.
Por ese valor que tiene, las cofradías de Sevilla apuestan por empresas de artesanía religiosa, y de artículos religiosos en general, especializadas en la confección y restauración de ese tipo de mantos. Así, por ejemplo, en la Semana Santa hispalense pueden admirarse auténticas obras de arte que, por regla general, suelen compartir características comunes como que están realizadas en terciopelo, que disponen de bordados en oro, que vienen a mantener las tradiciones de décadas anteriores y que se ajustan perfectamente a los palios que poseen.
